POEMA 11
De una mirada
cetrina
semblante y labios
sin carmín,
hizo mi suerte un
gran festín
…una noche de
neblina.
Me miré en la
serpentina
magia negra de sus
ojos,
y mi voz puso
cerrojos
a esa cruel melancolía.
¡Su
mirada ahora tenía
un fulgor de soles rojos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario